Es notable la declaración de D. Sancho, moribundo, á su hijo D. Fernando, diciéndole que no le daba la bendición, porque no la tenía, pues llevaba la maldición de su padre D. Alfonso.
En la Academia de 27 de Mayo de 1876 leyóse este artículo por el que suscribe. Lo que sigue se debe á la investigación del académico de número Sr. Fita.
Véase el tomo XLI, pág. 96 de la España Sagrada.
Cap. XVIII.
Hay firmas suyas en 17 de Marzo y 20 de Abril. El Rey todavía estaba en Valladolid
Memorias del Rey D. Fernando IV, Colección diplomática, páginas 835 y 848.
Flórez, Reinas Católicas, tomo II, pág. 525.
Fernández Guerra: Historia de la Orden de Calatrava.-Madrid, 1864, pág. 270.
Rades y Andrada: Chronica de las tres Ordenes y Caballerias. Toledo, 1572.-Hervás y Buendía: Oreto y Nuestra Señora de Zuqueca. Madrid, 1882.
Sandoval, Chronica del inclito Emperador de España D. Alonso VII.-Madrid, 1600, pág. 126.