Entre las monedas arábigo-españolas las hay que ofrecen la particularidad de darnos á conocer reinos de que no tenemos noticias por otros documentos: esta circunstancia resulta en las monedas de Tudela, como en otra ocasión hube de hacer notar lo mismo respecto á las de Calatayud: hasta ahora no había visto, moneda alguna de aquella ceca que tuviese fecha, y sólo de un modo vago conocíamos el periodo en que Tudela tuvo Rey propio, período que resultaba fijado por la circunstancia de estar acuñadas á nombre de Hixem II las dos únicas monedas que había visto; últimamente, durante mi estancia en Zaragoza he adquirido una de estas monedas con fecha indudable, y creo no llevará á mal la Academia que exponga brevemente cuanto al reino de Tudela se refiere.
En los autores árabes ninguna noticia concreta he visto referente á reino de Tudela, cuya población en los primeros años del siglo V de la hegira dependía de Zaragoza, según resulta del hecho de que D. Sancho de Castilla (995 á 1017), al ir á firmar en Zaragoza el contrato matrimonial de una hija suya con un hijo de Raimundo de Barcelona, hubo de pasar por las cercanías de Tudela, de cuya población era gobernador puesto por Mondzir de
Zaragoza, Çuleiman ben Hud274: la fecha de este acontecimiento no se fija en el texto de Aben Hayyan, que copia M. Dozy; pero resulta de un modo aproximado por la coexistencia de los dos personajes, el Conde Sancho, que muere en 1017 (años 407 y 408 de la hegira), y el rey Mondzir I de Zaragoza, que no comenzó á poderse considerar como independiente hasta después del 403 (de 23 de Julio de 1012 á 12 de Julio de 1013); M. Dozy, concretando aún más, cree que la reunión del conde D. Sancho de Castilla, D. Raimundo de Barcelona y Mondzir I de Zaragoza, en cuya presencia se firmó el contrato, debió tener lugar en el año 1016275.
A fines de Agosto de 1039 (año 430 de la hegira), cuando Abd-Allah ben Hacam dió muerte á Mondzir II de Zaragoza, Tudela pertenecía al reino de Lérida, pues Çuleiman ben Hud, rey de esta población, á quien hemos visto de gobernador de Tudela, puesto por Mondzir, se dirigió desde Tudela á Zaragoza al tener noticia de la muerte de Mondzir, y de que Abd-Allah intentaba reinar por su cuenta, no entregar el reino á Çuleiman, como había ofrecido en los primeros momentos (vid. Dozy en el mismo tomo de la obra citada, pág. 238).
Si hubiéramos de entender ciertas Palabras del Silense en el sentido que ordinariamente se da á la palabra rex, creeríamos que poco antes de la fecha últimamente citada existía reino independiente en Tudela; pues al tratar de las luchas ocurridas á la muerte de Sancho de Navarra entre sus hijos García y Ramiro, dice que éste se había atraído «quosdam affines Mauros Reges, et Caesaraugustanum scilicet, et Oscensem pariter, et Regem de Tudela;» creo, sin embargo, que este Rey de Tudela, aliado de D. Ramiro, sería el gobernador puesto por Çuleiman ben Hud, á no ser que supongamos á éste residiendo habitualmente en Tudela, ó que debió llamarlo Rey de Lérida y Tudela.
—356→Veamos ya los datos suministrados por las monedas.
Núm. 1. Moneda de cobre ó vellón en regular conservación, de la colección de D. Manuel Cerdá, quien dió noticia de ella en su Catálogo de las monedas arábigo -españolas, pertenecientes á su colección, atribuyéndola á Farech (Rey) de Tudela, á nombre de Hixem II.
En el nombre de Allah, fué acuñado este dirhem en Tudela año de...
M. Parte de la leyenda de la misión profética de Mahoma.
Núm. 2. Moneda en buena conservación: en la colección de D. Francisco Caballero Infante, está grabada en la lám. XII de la obra que dejó inédita el Sr. D. Antonio Delgado.
I. A. Completamente igual á la de la moneda anterior.
«Mahoma es el mensajero de Allah, envióle con la dirección y religión de la verdad para hacerla prevalecer sobre» (faltan las últimas palabras de la misión profética de Mahoma, que no cupieron).
Núm. 3. Moneda en regular conservación, de nuestra pertenencia.
En el nombre de Al(lah fué acuñado) este (dihrem en Tud)ela año cuarenta (y cuatro cientos).
M. Parte de la misión profética de Mahoma.
Núm. 4. Monedita de oro, perteneciente á D. Mariano Lahoz de Calatayud: la I. A. está muy borrosa por haberse movido el cuño.
He visto otras monedas que pudieran quizá atribuirse
á Tudela, lo mismo que á Zaragoza, en cuya población las
creo acuñadas, pues también lo fueron por un Hachib Mondzir
á nombre de Hixem II: tienen las mismas leyendas que las del núm.
3, con la diferencia de estar acuñadas
en
Alandalus (España): la fecha no es
segura, aunque en algunas parece leerse 24 ó 28?, y están
acuñadas algunas á nombre de
ó sea
Hixem III: por estas razones cuadran perfectamente al reinado de Mondzir II de
Zaragoza.
El Sr. D. Antonio Delgado, en su obra antes citada276, tomo II, pliego 277, describe, sin indicar la procedencia, un dirhem con las leyendas siguientes:
—359→En el nombre de Allah, fué acuñado este dirhem en Lérida.
M. La misión profética de Mahoma.
Advierte el Sr. Delgado que, aunque la moneda no estaba bien conservada, la çeca no ofrecía duda, y que la fábrica era muy parecida á la del núm. 2, que había descrito como de Tudela.
De las primeras monedas se infiere que hubo en Tudela un Rey que
tomó el título de
Hachib, como otros de los Reyes
independientes de este periodo, en que se representó la farsa del
reaparecido Hixem II, á quien, como la mayor parte de los Reyes del
partido Amiri (de la familia de Almanzor), reconoce como Pontífice
supremo: el mismo Mondzir en la moneda núm. 2 toma el título de
Ath-Thafir, el
Victorioso, probablemente con
posterioridad al de
Hachib, como título de más
pretensiones; al acuñarse las dos primeras monedas debía figurar
en Tudela un personaje llamado Farech, a quien el Sr. Cerdá supuso Rey,
pero que indudablemente no debe considerarse tal, pues el nombre del Rey nunca
consta en la I. A., á no ser cuando en la II se menciona solo al
Imam.
Quien sea este Farech no es fácil resolverlo: como en la mayor parte de los casos en las monedas españolas de este período, sospecho que se refiere á algún individuo de la familia real.
—360→La moneda del núm. 3, estudiada aisladamente,
ofrecería poco interés, por cuanto el nombre de la ceca aparece
completamente borroso, distinguiéndose con dificultad los últimos
trazos
; pero como la fecha
40, hace que no puedan atribuirse á Mondzir II de
Zaragoza, asesinado en 430, ni al
Hachib Mondzir de Denia, que
comenzó á reinar mucho después, coincidiendo los
últimos trazos, que parecen distinguirse, con los del nombre
Tudela, debemos suponerla de esta
población, y admitir que en el año 410 había en ella un
Rey llamado el
hachib Mondzir, el mismo de las monedas
anteriores.
Esto es cuanto de las monedas resulta de un modo claro. Ahora bien; ¿á qué familia pertenecía este Mondzir y hubo ó no en Tudela más Reyes que éste? Cuestiones son éstas difíciles de resolver por falta absoluta de datos, y que solo por conjeturas pueden hoy adivinarse.
Aunque parecía muy extraño, hemos visto que Tudela estaba unida en 430 al reino de Lérida, cuyo rey Çuleiman ben Hud se dirigió á Zaragoza desde Tudela con objeto de tomar posesión de este nuevo reino, que el usurpador y regicida Abd-Allah no quería entregarle, después de haberlo ofrecido, quizá porque el regicidio fué llevado á cabo de acuerdo con Çuleiman: al morir éste en 441 según las monedas, dos años antes, según la mayor parte de los autores, dividió su reino entre sus dos hijos Yuçuf, que se instaló en Lérida, y Ahmed, que lo hizo en Zaragoza: los autores no dicen más; pero al trasladarse Çuleiman á Zaragoza: ¿dejó de existir como tal el reino de Lérida, ó subsistió en la persona de algún otro hijo de Çuleiman ó individuo de la misma familia? Me inclino á creer que el reino de Lérida subsistió durante este período; al menos así lo hace sospechar la moneda que cita el Sr. Delgado, y que no teniendo fecha podemos atribuir provisionalmente al periodo que media entre los años 430 y 441: la circunstancia de que la moneda en cuestión se pareciese mucho en su fábrica á la de Tudela nos ha hecho sospechar si Çuleiman por su testamento trasladaría al Rey de Lérida á Tudela, y que por tanto el hachib Mondzir fuese de su familia, y constituyó Tudela un reino aparte, aunque quizá con alguna dependencia: hasta cuándo conservara Tudela su pequeño reino, ni por conjeturas podemos decirlo.
—361→Hemos dicho en otra ocasión277 que suponíamos al Rey de Calatayud de la familia
de los Banu Hud de Zaragoza: la monedita del núm. 4, que creemos de
Calatayud ó Tudela, por más que aparezca acuñada por un
nuevo personaje, ó al menos con nombre ó sobrenombre nuevo,
confirma la idea de que la familia reinante en el punto de donde proceda,
pertenecía á la de Aben Hud; pues el Rey se llama
ibno-Çuleiman, probándonos
que su padre (ó algún ascendiente) se llamaba Çuleiman, y
difícil será encontrar en este período un Rey de
España que descienda de un Çuleiman, á no ser de la
familia de Çuleiman ben Hud.
En virtud de lo expuesto, resulta que en el año 440 existía un reino de Tudela, cuyo Rey se llamaba Mondzir y llevó los títulos de Hachib y Ath-Thafir, y que probablemente era de la familia de los Banu Hud, lo mismo que la de Calatayud, y que en una de estas dos poblaciones, además del Rey conocido por monedas de atribución segura, hubo otro Rey llamado Amid ó Amic, hijo de Çuleiman.
FRANCISCO CODERA.